Carta 1. Día 3

Viernes 23 de agosto del 2002

Mi amor:

Acá estoy escribiéndote desde tu compu, tratando de contarte todo lo que pasa para que tengás con qué entretenerte cuando podás leer y sepás todo lo que pasó, al menos lo que yo creo que pasó o lo que yo vi en estos días de hospital.

Lo más simpático de ayer fue tu estado después de la pastillita milagrosa, que ya todo el mundo me anda preguntando cómo se llama y dónde la venden porque ibas para adentro con una cara...jajjaja...una sonrisilla de una satisfacción....pero una satisfacción, una satisfacción....jajjaja mejor no digo de qué carilla llevabas....y cuando las enfermeras te vinieron a alistar y vos haciendo bromas y todo, jajjaja, solo que cuando te treparon a la camilla quedaste de culo pelado, pero tranquilo....yo te bajé la minifalda...aunque realmente en ese estado de completo éxtasis en el que estabas dudo que te importara.

Marcos y yo todo el tiempo con vos, hechos un puñito, tranquilos, pero con procesiones y desfiles militares y fanfarrias por dentro, sintiéndonos como en una montaña rusa que nos llevaba de arriba a abajo...nada nuevo desde los días anteriores.

Vieras que papi se quedó con nosotros toda la mañana, estuvo con nosotros en el ascensor, con Antonio, e iba agarrado de la camilla, ahora me acuerdo.... le sentí las manos frías, y con esas mismas manos frías te tocaba el hombro y es que esos días pasados en que casi a diario me llamaba para preguntar del desarrollo del asunto y yo...pues yo...para qué te iba a contar? Me dijo en un momento que yo tenía que saber que él te estimaba mucho, pero que no sabía por qué razón habia sido tan torpe, que yo tenía que saberlo, que él te consideraba familia suya y que se sentía muy contento de que yo estuviera casada con vos...cosas así...que te las cuento, porque para mi son super importantes, por todo lo que ha pasado.

¿ Sabés? mi amor...luego llegó Alejandra, ella llora, se preocupa, sufre mucho más, es más débil aparentemente para estas cosas, luego Sara con tés, ensaladas de pollo de Spoon, mucho cariño y buenos deseos.

Como a la una de la tarde se fue papi, y luego llegó Ingrid. Dentro de la angustia, y todo, pues la pasamos "bien"...¿ qué te digo? yo de telefonista atendiendo mil llamadas que a cada minuto me hacían preguntando por vos. Por primera vez en la vida las llamadas no me molestan, me acompañan, me ocupan, me entretienen y me hacen más llevadera la espera.

Es increíble la cantidad de gente que se preocupó por vos, Vic, y por nosotros. Marcos un poco silenciosillo, pero poco a poco se fue integrando, nunca hemos estado él y yo tan cerca, contándonos tantas cosas, con tanta confianza y tanto cariño, vieras qué bonito...hasta Flory y Lorena aparecieron porque al papá de ellas lo van a operar el lunes de un cáncer de colon, fijate...y va a estar aquí en la pensión también, entonces las veremos.

Pobrecillas, andan todas asustadas.