Los Días Del Hospital

Fueron días duros, pero pasaron como todo lo que pasa y nos pasa por encima como un huracán. Después de aquellos días entendimos muchas cosas y crecimos en muchos sentidos. No hay duda.

1/08/2007

Carta 2. Día 3.

Viernes 23 de agosto del 2002


6 pm:

Mientras escribo estás descansando al fin, cosa que me alegra porque me dolía mucho verte tan molesto como estabas hace un rato, con todo y que los doctores digan que es normal ...desearía yo poder curarte, aliviarte...hacerte sentir mejor...y tan impotente que me siento. Solo esperar, esperar que pase el tiempo y que todo vaya sanando, que te vaya doliendo menos todo, que vayás respirando mejor...todo es subir esta cuesta, subir, subir, subir, con esta dificultad terrible que ni me imagino estarás sintiendo, pero como te digo: cada minuto que pasa es un minuto menos de sufrimiento.

Yo desearía tener al doctor acá amarrado, solo viéndote a vos. Marcos alerta oye a las enfermeras para ver qué dicen. La que nos está ayudando ahora - de lo más delicada y atenta- se llama Gloria.

El ruidillo de la máquina de oxígeno, no sé, me parece tranquilizador, me da como la garantía de que estarás mejor. Así pienso.

Marcos lee sobre unos casos de cáncer y el poder sanador de la fe , o más bien lo importante que es tener fe de que uno se va a curar para poderse sanar , en una Selecciones. Un artículo muy bueno que ya yo también leí. Te escribo para paliar mi propio dolor de verte así.

Y es que el día de ayer, tan largo, mi amor... y este laberíntico hospital, y este frío raro que hace en los hospitales...al menos volvió el agua y el baño ya no huele mal gracias también al desodorante ambiental que me traje
( y que por dicha Luisito siempre me echa en el carrito del super a escondidas cada vez que me acompaña, no entiendo por qué tanto le fascinan esos olores tan artificiales...pero bueno, será por los anuncios...no sé)

Nunca imaginé que te tendríamos de vuelta en el cuarto tan pronto, por suerte no lo dejamos si no habría sido un quilombo tenerte cerca de nuevo. Todo ha pasado tan rápido ahora, pero ayer...qué largo que fue....Manuela por suerte vino a acompañar a Marcos y Marcos estuvo mejor en compañía de ella, que es tan tranquila y tan buena chiquilla. Antonio, Alejandra e Ingrid se quedaron con nosotros hasta el puro final, hasta la madrugada, esperando en aquella puerta de la sala de operaciones, con un frío terrible, buscándote en cada camilla que pasaba, y buscando nuestros médicos en cada persona de bata verde que salía. Fueron como nueve horas de espera.

Pero al mismo tiempo una solidaridad y un cariño...que francamente me han conmovido mucho, mucho, porque no sólo es cariño y compañía para mi, sino también para Marcos y un amor enorme por vos, especialmente de Ingrid y Alejandra, que sé que te adoran.

Poco a poco nos hemos ido adueñando del espacio del hospital, conociendo los caminillos y recovecos que nos van simplificando la vida acá, entendiendo que un beeper al doctor puede ser que tenga respuesta una o dos horas después pero la tendrá, aprendiendo a ser discretos, a saber esperar, pero también a preguntar todo y saber qué te pasa y por qué.

José me explicó algo de lo que vio durante la operación, me hizo un dibujito de cómo quedó tu nuevo organismo ahora. El Dr. Fox nos va a enseñar su video me imagino que en su momento y bueno, a la larga te pueda dar una copia de ese souvenir tan peculiar.

No creás que el hospital es feo, poco a poco una se acostumbra y hasta le encuentra la parte bonito, como el viejo patio al que da la sala de cirugía y de recuperación donde hoy te encontramos, mi negro...pasé como una hora buscándote por todo el hospital: que no estabas en cuidados intensivos, que no en vigilancia estricta, y yo pasándole mensajes a los doctores y nada, y caminaba por aquellos corredores sintiéndome tan pero tan desolada. Una llamada de Antonio fue la que me dio la luz para ir a preguntar a recuperación y allí, en la primera cama vi el cuerpote grande de Sabrisky enfrente de tu camilla, y al levantar vos las piernas me volvió el alma al cuerpo y cerré los ojos para darle gracias a mi santa: Santa Gennie Morera, por el favor concedido, aunque tanta suerte, tanto milagro de esta recuperación tuya tan pero tan rápida, creo que parte más bien de esa fuerza poderosa que es tu amor por la vida, esa serenidad que fuiste cogiendo en estas semanas, esa certeza de que todo iba a salir bien, esas sabiduría con que enfrentaste la cosa y esa cadena mental de energía, fé, esperanza y amor que armó tanta gente y en tantas partes, porque mucha gente conocida, e includo conocidos de los conocidos y desonocidos para nosotros , y hasta las loquiticas todas a su manera, y en todos los ritos, rezaban y pedían por vos.

Como le dije ahora a Miriam temprano, seguramente esas llamitas encendidas, de tanta vela, hicieron una fogatota de luz que algo colaboró. Porque tanta bruja y tanta "ponzoña", como me decía la negra mechuda, que ayer me llamó desde Suecia, pues algún efecto tendrán.

Alguna gente no me cree que cuando te dieron el diagnóstico de cáncer de páncreas me invitaste a cenar y que nos arreglamos guapos y todo como enamorados para ir a aquel lugar tan bonito donde siempre nos ha gustado ir, y que vos me dijiste que teníamos que celebrar todo lo que hemos vivido juntos y brindamos por nosotros y nos vimos a los ojos desde el fondo...mejor no sigo porque me pongo a llorar otra vez. Siempre he sabido que te amo, pero ahora te estoy amando de manera distinta: desde desde otro lugar más íntimo y completo. No sé bien cómo explicártelo. Ya te lo diré con las manos. Bello.

Me hizo falta ver más a Dimitri. Ya lo llamé. Me parece que nos puede ayudar con lo del dolor, lo de la recuperación, pero no he tenido respuesta. Ahorita le paso otro beeper...son todos ocupados los médicos, y sobre todo los buenos, y si me pongo a pensar en todas las llamadas y mensajes que les pedían atención por otros pacientes ayer mientras te operaban a vos...pues ya ves, nos armamos de paciencia. No nos desesperamos. Todo a su tiempo.
Como dice Sabrisky - me da mucha confianza este muchacho- serán tres días duros, un suplicio, pero los pasaremos, vas a ver.

3 Comments:

At 10:53 a. m., Anonymous Anónimo said...

Julia:
llegue a tu rincón x casualidad y x algunas visitas en común..pero al leer " Los días de Hospital" se me vienen a la memoria historias de hace 2 años que r100 estoy logrando cerrar, recuerdo el olor a medicamentos, los pasillos fríos y vacíos, las horas de espera x 5 minutos de visita, el sentimiento de culpabilidad por no ser yo la enferma, la tristeza que aun me recorre la piel y el alma, el abrazo que aún necesito...

espero seguir leyendo tus pasos...

saludos desde una esquina del mundo... ^^

@

 
At 4:17 p. m., Anonymous Anónimo said...

Julia, me llamo muchísimo la atención este vinculo a tu blog y llegué hasta acá leyendo cada palabra que habías escrito. No pude menos que sentirme muy identificado, porque yo fui paciente del mismo mal, casi por las mismas épocas, pero en otro hospital. Y si hubiera sido en el mismo hubiéramos probablemente coincidido.

Entonces leo esto y me da la sensación de ver el mundo como lo veía mi familia, mi madre. Entender muchas cosas, algo sobre esto tengo en borrador para escribir, de hecho ya lo tengo empezado hace varios días desde diciembre, pero no lo he podido cerrar y bueno, como lees, tenía la necesidad de decirlo.

Ojalá este bien tu familia.

 
At 8:45 p. m., Blogger Julia Ardón said...

Esa es la intención, queridos manu y alita: esa es la intención.
Compartir las cosas alivia. Se reparte el dolor y así va amainando.
He tenido este texto guardado durante mucho tiempo. Sólo lo leyó Víctor, mi esposo: el enfermo.
El murió exactamente un año después de que yo escribía esto, el 26 de agosto del 2003. Este año se cumplirán cuatro años y aún siento que no he podido voltear la página del todo.
Este espacio es parte de un proceso de sanación personal que estoy segura comencé desde que él se enfermó.

Siento que he aprendido mucho, pero cada vez que copio un pedacito más de esto aprendo más. Con sus mensajes me dan fuerzas. Ojalá mis palabras y esta experiencia les fortalezca a Uds. también.

Gracias por leer y comunicarse.

 

Publicar un comentario

<< Home