Los Días Del Hospital

Fueron días duros, pero pasaron como todo lo que pasa y nos pasa por encima como un huracán. Después de aquellos días entendimos muchas cosas y crecimos en muchos sentidos. No hay duda.

1/12/2007

Carta 4. Día 4.

Sábado 24 de agosto del 2002

11 :00 am

Ya fuimos a Rayos X. Acompañé a dos enfermeras y les ayudé a empujar la cama, con unas ruedillas reguejas que no ayudaron mucho, por eso venís todo maltratado. Una iba toda de mal humor quejándose de una jaqueca terrible. Espero que la nueva dosis de neomelubrina te alivie el dolor y el cambio de la mascarilla por la manguerita te permita respirar mejor.

Con el resuletao de las placas sabremos si realmente tus pulmones están bien o qué, porque los médicos nos han dicho que parece que están bien.

Tanto Fox, como Gómez, como Sabrisky opinan que vas mejorando. El estado anímico, el temor ese que tenés de ahogarte y el asunto de recuperar la capacidad de respirar es lo que nos tiene nerviosos ahora.

4 Comments:

At 7:24 p. m., Anonymous Anónimo said...

ufff..
yo opino, tu opinas, el opina..todos opinaban distinto y finalmente nunca podian ponerse de acuerdo en que decir... ademas de todos los demas que opinaban solo xq se creian con el derecho a hacerlo !!!
basta no quiero mas opiniones...

en un día mas molesto de lo normal desde mi esquina molesta...

@

 
At 9:19 p. m., Anonymous Anónimo said...

Julita, me vine acá por el enlace en tu blog.

Me leí todas y cada una de las cosas que escribís, los reportes de enfermería y demás. Me parece increíble la capacidad de expresión que tenés, la libertad para sacar tus dolores y plasmarlos en desahogo.

Yo que vivo entre hospitales no le veo tanto de frío porque más bien a veces es más mi casa que la mía propia, sin embargo me identifico plenamente con aquello que es tener a quien se quiere a merced de una institución, un submundo y un universo completo, ajeno, muchas veces, a la comprensión.

Esa angustia de ver tras una ventana, o esperar alguien con bata blanca que pueda dar esperanza es difícil, duro, muy duro. Inevitablemente revivo un poco mis horas de angustia (ya que fueron solo 24hrs) ante la inminente muerte de mami en una sala de cuidados intensivos del Calderón Guardia

Un abrazo de los de oso

 
At 9:58 p. m., Blogger Julia Ardón said...

Vieras, Mariela, qué sola me sentí yo tantas veces en aquellos pasillos y qué dificil fue encontrar quien me entendiera o al menos me escuchara.
Por todas esas personas que acompañan enfermos y necesitan ser acompañadas es que siento que es útil que yo divulgue esto.

Claro, ese es el segundo motivo. El primero es soltar, pasar esta página, o más bien, estas páginas, con todo lo de impotencia, derrota, dolor y lágrima que todavía cuando las dejo volar, siguen teniendo.

 
At 9:59 p. m., Blogger Julia Ardón said...

Ay Alita...sí....al final la única opinión que vale es la de tu corazón.
Animo, mujer...que él está con vos y te comprende.

 

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