Carta 10. Día 7.
Martes 27 de agosto
6: 30 pm
Un peldaño más que se supera.
Ya te tomaste tu primer trago de Gatorade, de frutas, rojo...sentado en el trono del baño, una maravilla! Pusiste cara de placer y todo contento. Te reías poniendo cara de degustación "apetit-appeal" de comercial.
Yo mientras lo fui a comprar, por recomendación de Sabrisky, iba tan pero tan contenta, que si me hubieran filmado habría quedado como levitando en cámara lenta, triunfante, dichosa, plena, llena de todo, con música de cuarteto de cuerdas de fondo, cruzando el Paseo Colón.
La vendedora de la farmacia tuvo que traer la llave del enfriador, tuve que esperar el tiquete de la caja, pagar, y cada segundo se me hacía eterno. Yo quería traer el trofeo, el símbolo de que todo marcha bien. El momento de la bebida, vos triunfante, pero cauteloso. No te pegaste de la botella, preferiste esperar para ver qué pasaba...muy sensato e inteligente como sos, como has seguido demostrando ser en estos difíciles días.
Ingrid vino a verte, muy contenta de sentirte bien. Me acompañó a almorzar al Mc. Donalds de enfrente, donde yo, tal vez del descanso, no sé, sabés cómo soy...me comí un sundae de chocolate de regalo por la alegría. Soy como una borrachilla, siempre ando buscando pretexto para poder comer helados.
Has seguido tomándote despacito la botella, ahora te tomaste también media taza de té de manzanilla. Te gustó mucho. Estás contento, dando órdenes, que la cama, que el ventilador, que el oxígeno, que más suave, que no, que un pelito, bueno...y ya orinaste un litro en este pedacito de tarde. Te están dando diuréticos también para que te vayás desinchando. Todo muy bien.
Dimitri me dijo que iba a pasar a verte y no ha pasado. Pero ya pasará. No me desespero. He aprendido a esperar.
El teléfono sigue sonando, no puedo decirte quiénes ni cuántas personas te han llamado, porque son tantas, y todas manifestando tanta solidaridad, pero al mismo tiempo tanto respeto por la intimidad, y con tanta discreción, que no hemos tenido problemas.
Eugenia y María incluso, se han asomado para verte pero minutitos, con Natalia y con doña Vilma, esa señora que es tan especial, que a mi se me hace como un angelito, una santita, algo de fuera de este mundo, superior a nosotros, no sé...
Marcos tan lindo llevó a Luisito a la nutricionista. Venía todo orgulloso con sus tres y medio kilos menos. Muy bien. Me alegra mucho.
Llegó la biopsia.
Otro peldaño que se sube. No hay metástasis. Se la leí al Dr. Fox por teléfono. Sabrisky también la vio. Todo de maravilla. Die el doctor que por la noche te quitará la sonda nasogástrica y que mejor vayás alistando maletas para el sábado. Yo felíz te acabo de dar el mensaje, pero te dije que para el domingo por si las moscas, vos sabés, como cuando te dije que el internamiento era a las cuatro y media y realmente era a las cinco de la tarde.
Tenés puesta tu coqueta bata de mujer de color mostaza claro, marca CCSS, lo más cómodo dado que seguís con los güevos muy hinchados y es molesto el pantalón.
Te quiero tanto, mi amor.
Costó llevarse a Luis, porque cuando viene se arrecuesta y se duerme. Pienso que, o se aburre o tal vez se impresiona y entonces se duerme.
Yo sigo contenta, me siento de lo más bien. Sigo firme. No sé...ahora que hablaba con Marcos nos decíamos que realmente nos sentimos tan contenta y tan contento por la forma en que hemos actuado que estamos seguros que hemos contribuido en tu recuperación. Vos con tu sabiduría nos has dado sabiduría a nosotros y nosotros con nuestra fe te hemos dado fe. Hemos desarrollado un círculo poderoso que se alimenta de mucho amor y muchas vibraciones positivas que vienen de muy diversas maneras y muchas fuentes diferentes.
Decías ahora, hace un rato, vos, que después de esto vas a ser más felíz. Como te contó Naty de su padre, que tuvo cáncer de estómago. Gran verdad. Cuando uno valora lo que tiene, mi amor, todo lo que posee, lo que recibe día a día, desde la salud, el poder respirar, poder tomarse un vaso de agua, poder orinar, poder hablar, poder tragar, poder mirar a los ojos de quienes te aman...saber que hay tanto amor de tanta gente para nosotros. Eso es lo más lindo, mi amor. Vos no serás el mismo de ahora en adelante, serás mejor y yo ya, desde ya, no soy la misma, me siento mejor, más felíz, más segura, más confiada de que tengo muchísimo por qué sentirme orgullosa.
Nuestra familia se hace grande y mucho más fuerte y unida. Las cosas cambian para mejor. Ya teníamos mucho y ahora tendremos más. Estoy segura.
La recuperación de los enfermos es una cosa preciosa, lo he visto en vos y en los vecinos, don Carlos, el señor de enfrente, operado de cáncer de estómago, Maruja a la par, con tanto sufrimiento a cuestas y tanta esperanza como bandera, el papá de Eugenia, que estaba con miedillo y hoy todo contento porque ya había pasado lo peor...esas cosas...mi amor...tanta belleza, tanta vida, tanta solidarida, tanto valor, tanta fortaleza.
2 Comments:
Me lo he leído todo y me doy cuenta de como las palabras nos hacen una idea pero de seguro ni se compara con la realidad.
Me quedo pensando en la fuerza necesaria para vivirlo, para estar ahí... y también la fuerza para ponerlo en palabras, porque he visto que a veces cuando todo duele las palabras pueden doler también.
Espero que todas estas palabras ayuden y fluyan mucho más.
Un abrazo!
vivir... esos días aprovechaba las horas al maximo, sumando recuerdos, sumando historias, tratando de seguir viviendo, de no detenerme en ningún momento para no sentir que la enfermedad de ella me pasaba por encima, recuerdo ese día de la madre y el Poster que le hicimos y que pegamos a un costado de su cama, recuerdo la limón soda a la que nos hicimos adictos, recuerdo cuando ella me repetía lo mucho que me amaba,sus buenos días y sus malos días, todo se sumaba, recuerdo mil cosas...
mil saludos desde mi esquina llena de recuerdos...
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